Villa de Sta. Brígida.Gran Canaria

Ataque holandes al Real de Las Palmas


Sta Brigida

Donde el pueblo fue ejército y la iglesia, refugio

En el verano de 1599, cuando la isla tembló bajo la amenaza de la flota holandesa de Van der Does, la ciudad no esperó órdenes ni refuerzos. Mientras más de setenta navíos enemigos arrasaban Las Palmas, desde la Vega Baja, entre barrancos y bancales, fueron los vecinos —campesinos, clérigos, mujeres y jóvenes— quienes se alzaron para defender su tierra.

Sin más armas que su coraje y su fe, sin murallas ni ejército, rechazaron al invasor con una firmeza que asombraría incluso a quienes se decían nobles. La iglesia fue bastión, el campo trinchera, y la unidad del pueblo, su mayor fortaleza.

Aún resuena en esta tierra el eco de aquella resistencia: una lección de dignidad, coraje y amor por lo propio.